"Cientos de miles de mujeres en peligro": LFI pide la requisición del stock de anticonceptivos que Estados Unidos quiere destruir

La Francia Insumisa anunció este domingo 3 de agosto que presentará una propuesta de resolución a la Asamblea solicitando al gobierno que requise las existencias de anticonceptivos femeninos que la administración estadounidense ha decidido destruir , posiblemente en suelo francés.
Comprometida con recortes drásticos en su ayuda humanitaria y una política antiabortista, la administración Trump confirmó a mediados de julio que quería "destruir ciertos productos anticonceptivos abortivos de los contratos de USAID".
Según varios medios de comunicación, estos anticonceptivos, cuyo valor ronda los 10 millones de dólares, están almacenados en un almacén de Geel (Bélgica) y está previsto que sean incinerados en Francia.
«El gobierno francés aún no ha comunicado el lugar de destrucción previsto», lamenta LFI en un comunicado, que también lamenta «negarse a aplicar la ley vigente, mientras que el código de salud pública autoriza la requisición de todos los bienes y servicios si la situación sanitaria lo justifica».
La France Insoumise considera que la destrucción de estos anticonceptivos "pondrá en peligro a cientos de miles de mujeres en el mundo, a las que se les prometió este stock".
El ministerio de Salud explicó este viernes a la AFP que " no existe ninguna base legal que permita la intervención de una autoridad sanitaria europea, y a fortiori de la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento (ANSM), para recuperar estos productos sanitarios".
Por lo tanto, LFI anunció que presentaría una moción de resolución exigiendo que el gobierno requisara todos los anticonceptivos estadounidenses que circulan en nuestro país. El grupo parlamentario rebelde declaró estar "evidentemente disponible para sesionar urgentemente y con carácter extraordinario, a fin de modificar el marco legal si fuera necesario".
El anuncio de esta destrucción provocó indignación, especialmente en Francia. Asociaciones feministas, sindicatos y activistas de derechos humanos la denunciaron como un "despilfarro económico" y una decisión "sin sentido".
Marine Tondelier, líder del Partido Verde, instó al presidente Emmanuel Macron en una carta abierta a impedir la destrucción de estos anticonceptivos. El Partido Socialista también le instó a no ser cómplice de este desastre sanitario y político.
BFM TV